9/12/2016

Granadilla (Cáceres)

El tema de dar ubicaciones exactas y de mostrar abiertamente caras de gente en el blog no forma parte de mi filosofía de entrar en sitios abandonados, pero esto no es un sitio abandonado como tal. Este verano he estado en un proyecto de recuperación de pueblos abandonados (he de decir que ha sido una experiencia única, he conocido a gente maravillosa y hemos estado algo más de 70 personas conviviendo en este pueblo durante 6 días, siendo sólo monitores y participantes. Simplemente genial). La primera foto que quiero poner en esta publicación y la única (casi) en la que aparece gente de todo el blog hasta la fecha:

Este lugar se llama Granadilla, y se encuentra al norte de la provincia de Cáceres, en Extremadura. Voy a contar la historia que transcurrió en el último siglo por este pueblo, ya que relatar toda su historia por aquí sería muy longevo e incluso podría a llegar ser cargante. 
Anteriormente había sido un pueblo de gran importancia por su situación geográfica estratégica. El terreno que rodeaba al pueblo era utilizado para la agricultura de secano. A mitad del S. XX (Concretamente durante el gobierno franquista) se llevó a cabo un proyecto por el cual se construyó el actual embalse de Gabriel y Galán. Esto dio lugar a que los habitantes del pueblo prácticamente se quedaran sin recursos y abandonaran el pueblo. En 1980 este lugar fue declarado como Conjunto histórico-artístico y en 1984 comenzó a ponerse en uso el programa de Recuperación de Pueblos Abandonados.
A continuación procederé con las fotos, y al final del post está la leyenda de este sitio que nos contaron en nuestra estancia aquí. Pero primero las fotos:










La vista a la plaza principal donde nos reuníamos desde el balcón de la casa que me asignaron junto con otras 8 personas. Esta casa se llamaba 'La balconada'

Uno de los monumentos más importantes del pueblo es el Castillo de Grandilla. En realidad no era un castillo, si no una torre de defensa construida entre el siglo IX y X.










Ahora pasamos al interior de este:







Intento de foto de las mazmorras.




Vista desde la parte de arriba del castillo.



La iglesia es otro de los edificios más importantes del pueblo.





Ejemplo de cómo estaban restauradas las casas por dentro (Esta era en la casa en la que estuve yo (lo siento por la fregona)





Esta casa estaba justo en frente de en la que estaba yo.




El comedor es el edificio de la derecha.




Justo en la entrada al pueblo había un orificio en la muralla por donde se subía. Había otra entrada con escaleritas pero estaba más apartada del pueblo y de las zonas comunes, así que solíamos subir por aquí para ahorrar tiempo.


La entrada vista desde arriba, una vez que subes.

Vista del castillo desde el comienzo de la muralla.







Algunas de las maravillosas vistas desde la muralla.














Procedo con el callejeo entre las ruinas:
















En concreto las ruinas de esta casa me llamaron mucho la atención.










Embalse de Gabriel y Galán.





Y para terminar aquí dejo un par de fotos que saqué en una acampada que hicimos en un pequeño cabo cercano al pueblo:



En este pueblo vivía la Duquesa de Alba llamada Margarita. Uno de sus vasallos, de nombre Albar, vivió enamorado de Margarita desde su infancia. Cuando se hizo adulto se fue a luchar contra los moros, convirtiéndose un personaje destacado.
Cuando Granadilla estaba siendo invadida por los moros, Margarita pidió ayuda a Albar. Este, tras comprobar que la derrota estaba servida, se lo comunicó a Margarita, y acto seguido le confesó su amor no correspondido. Albar quiso sacar a Margarita de Granadilla para salvarla, pero ella se negó, por lo que la decidió salvar a la fuerza, dejándola inconsciente y cargándola sobre su caballo. Mientras partían, Margarita despertó, y pillando a Albar desprevenido le arrebató una daga y se la clavó, hiriéndolo gravemente. Varios días después fue recogido por un monje, pero ya era demasiado tarde. Lo único que Albar podía decir era que se arrepentía.
Se dice que a día de hoy el caballero vaga por las calles de Granadilla cabizbajo, sin dejar de repetir ¡Perdón! Por allá por donde pasa. Los avistamientos (registrados la gran mayoría) coinciden en que antes de que aparezca se levanta un viento que causa una nube de polvo que dificulta la visión, y a continuación se abre paso el caballero repitiendo esta palabra sin cesar hasta que desaparece.



Parte de las fotos proceden de los compañeros que estuvieron conmigo en este Programa de Recuperación.