Para comenzar el post, pondré una foto del sitio a reportar. Se trata de una Villa Indiana construida a principios del S. XX.
Foto realizada por Luis Quintana. La misma foto está presente posteriormente.
Villa Excélsior es una mansión indiana construida en el año 1912, y para variar diré que se sitúa en Luarca.
Según muchas personas la imagen del derroche de las clases altas de la época convertida en vivienda, manifestándose a través de varios elementos que la hacen característica. Uno de ellos, el más reconocido, sus tejados, construidos co teja verde, imitando las escamas de un dragón:
Foto de Luis Quintana
La persona que la mandó construir fue un hombre llamado Manuel Méndez de Andrés. Había recibido una abundante herencia por parte de su tío, Manuel Méndez, quien había emigrado a Argentina, estableciendo allí una fábrica de tabaco llamada 'La Abundancia', cuyos cigarrillos eran fabricados con la marca 'Excélsior', los cuales tuvieron un gran éxito, manejando una gran cantidad de dinero, convirtiendo al dueño en uno de los hombres más ricos de Buenos Aires.
Volviendo a Manuel Méndez de Andrés, una vez casado con Tarsila Blanco decide construir esta mansión sobre los terrenos cedidos por los padres de su mujer, cómo no, al nivel de la clase económica a la que pertenecen, en parte imitando a la mansión de su tío de Argentina. El diseñador de la mansión fue Manuel del Busto, el cual reservaba sus mejores obras arquitectónicas de estilo indiano para sus clientes más adinerados.
El artista mezcla diferentes tendencias de la historia de la arquitectura, juntando en una pieza estilos medievales, clasicistas y modernistas.
Manuel Méndez de Andrés atendía el negocio americano, de manera que continuamente se desplazaba entre ambos continentes. Pero las cosas empezaron a ir mal debido al comienzo de la I Guerra Mundial, que junto con la notablemente menor capacidad de negocio en comparación con su tío, hicieron que la empresa fuese mucho menos rentable, hasta el punto de llegar a la bancarrota.
También se añadía la vida de lujo que llevaban, guiada por el gran derroche de dinero que suponía su manera de vida.
Manuel y Tarsila contaban con cuatro hijos (Esther, Mª Rosa, Raquel, Manuel y Fernando). En el año 1914 Manuel Méndez de Andrés fallecía durante la vuelta a España en barco, a causa de un ataque al corazón.
A causa (como decía antes) de la falta de dinero en Villa Excélsior, año tras año, iba cada vez más hundiéndose en la decadencia.
La última persona en vivir en la Villa fue Esther Méndez de Andrés Blanco. A pesar de que la casa cada vez estaba en peores condiciones seguía viviendo allí durante los veranos, viviendo en Madrid durante los inviernos.
Esther falleció en el año 1999, con 99 años de edad,quedando la casa abandonada definitivamente. Al poco tiempo se colaron en la casa unos supuestos trabajadores de una empresa de mudanzas, llevándose todo lo que había en ella, que resultó que eran una banda de ladrones.
Foto de Luis Quintana
En 2010 la casa fue comprada por una inmobiliaria, y a finales de 2016 instalaron la primera grúa para comenzar las reformas con el fin de convertirla en un hotel de cinco estrellas.
Foto de Luis Quintana
Bueno, tras contar la historia de este lugar empezamos con mi visita a Villa Excélsior. Las fotos llevan apalancadas aproximadamente dos meses en una carpeta, y por fin, con la colaboración de varias personas puedo completar este post.
La desventaja de haber venido tan tarde ha sido encontrarnos con la grúa ya instalada, al igual que algunas zonas de la Villa donde el suelo era más inestable tapadas con tablones de madera, o en algunas habitaciones material de obra u objetos similares. De todas maneras, a pesar de este inconveniente hemos conseguido las suficientes fotografías como para hacer un reportaje en condiciones que compense la propia decadencia del blog por la misma falta de fotografías en los últimos posts.
Grúa ya instalada en la finca.
No sé por que parte empezar a mostrar esta obra de arte, así que comenzaré por el jardín y la parte externa de la Villa. A pesar de que aún queda parte del jardín original, han quitado casi todos los árboles debido a las reformas.
Las verjas que rodeaban la parcela.
Foto de Luis QuintanaA pesar de las reformas, hay alguna que otra palmera suelta por la finca. |
Plano del torreón principal.
Desde el jardín había una ventana con vista directa al sótano.
Esto es de lo poco que queda en la casa. No me esperaba que a pesar de que estuviera casi por completo vacía hubiera un arsenal de botellas y botes de vidrio.
Conseguimos entrar por una pequeña puerta trasera. Debajo de la tabla había un acceso directo al sótano.
Procedo con la parte de la casa que corresponde a la sala principal, que alberga una mesa de billar, y actualmente parte del material de construcción:
Foto de Luis Quintana
Las mismas ventanas vistas desde la planta superior. A medida que tornamos la vista hacia la derecha observamos que la pared está más degradada y carcomida por la humedad.
Parte del suelo.
Ahora procederé con las fotos de la cocina.
Hacía no mucho había al parecer papeles y algunos trastos varios esparcidos por la sala, por lo que se ve que han limpiado algunas habitaciones.
Foto que muestra la pésima conservación del techo de la cocina.
Subiendo las escaleras nos encontramos con más habitaciones.
La casa cuenta también con unas escaleras de mármol, tapadas con tablas de madera para evitar el deterioro durante las obras.
Las escaleras daban acceso directo a la sala principal, pero por los pasadizos superiores:
Foto de Luis Quintana
Por uno de los pasillos que se desviaban hacia más habitaciones había una en concreto que tenía una sorpresilla:
Por desgracia no tenía nada en su sitio apenas. Había escuchado que había otro en la planta baja, pero fue retirado al comenzar las obras.
Dejo por aquí alguna foto más de esta planta
Si no recuerdo mal, en esta habitación se dio una anécdota bastante curiosa: una de las personas con las que iba y yo entramos como a cualquier otra habitación, pero al poco tiempo de haber entrado, nos fijamos en que el olor de esta sala era exactamente igual que el de una casa de una amistad que tenemos en común.
Además de la bodega enseñada anteriormente, también quedaba algo de mobiliario como la mesa de billar y un par de bañeras. Ahí tenemos una de ellas, que la habían movido para retirarla.
Foto sacada con la cámara asomada por la ventana.
Por la planta superior de la Villa había un acceso directo al tejado. Era una de las zonas más afectadas por las obras, por el hecho de que, a pesar de ser la parte más inestable a primera vista, almacenaba algo de material de obras.
A la azotea se podía acceder por una puerta. Esta vez no hubo que saltar ninguna ventana.
Foto de Luis Quintana
Foto de Luis Quintana
Realmente las tejas parecen imitar las escamas de un reptil, como dije antes.
Un repasillo de las habitaciones que estaban accesibles. No es que hubiera habitaciones con acceso restringido porque estuviese el suelo caído o similar, si no porque al haber comenzado estas obras, había habitaciones tapadas con madera o con cintas en las puertas.
Foto de Luis Quintana
Foto de Andy Maresco
Uno de los platos gordos de la casa, junto con el piano entre otras cosas era esto:
También nos encontramos con unas pocas habitaciones en las que el papel de las paredes estaba muy bien conservado. Bueno, el papel y algún que otro mueble.
Estas últimas fotos pertenecen al torreón de la mansión. Una pequeña sala redonda cuyas paredes son construidas a base de ventanas, haciendo que entre muchísima luz.
Esta foto es un tanto mediocre. La pongo para hacer una pequeña referencia de cómo son las escaleras.
He puesto varias fotos de las mismas ventanas desde diferentes perspectivas. No sabía con cual quedarme. Alguna está sacada desde el suelo y otras desde la altura de los ojos.
Foto de Luis Quintana
Y bueno... lo que queda del techo.
Con esto finalizo el post. No hay punto de comparación de las fotografías a cómo se ve en persona esta casa, y puedo decirlo después de haber indagado a través de varias páginas para descubrir la historia de Villa Excélsior y conocerla un poco antes de visitarla.
Últimamente he tenido la oportunidad de ir a sacar fotos a un par de sitios de los que se podrían sacar un par de posts decentillos. También es cierto que tengo una larga lista con más lugares abandonados, algunos bastante icónicos entre los exploradores urbanos que otros.
Para realizar este post he contado con la colaboración de Maresco Films y de Luis Quintana.