8/22/2016

Mansión indiana pasando por una de las carreteras viejas de Asturias.

Después de la inactividad de estos meses y ya que recientemente subí un post al blog con muchas buenas críticas a pesar de lo largo que pudo resultar, hoy voy a centrarme en un lugar al que (por desgracia) no pude entrar por el mal estado en el que está, por lo que esa vez la publicación es bastante más corta que la anterior.

Esta mansión se halla junto a la antigua carretera de Villaviciosa. Lleva deshabitada varias décadas, pero no sabría decir con exactitud cuántas. Las personas que conocen este sitio (mis padres y mis tíos) sólo saben que cuando eran pequeños ya estaba abandonada, aunque en un mejor estado. 
Los dueños de esta mansión actualmente viven en Argentina.
Y como tampoco tengo mucha información que mostrar doy lugar a las pocas fotos que pude obtener de este sitio:




Entrar a la parte lateral de la casa, donde se encuentra el porche no tiene mucha dificultad, Sin contar las zarzas y un avispero que está metido dentro de la casa, en la planta superior. Independientemente de eso la entrada es fácil y rápida, aunque por dentro está en ruinas casi por completo.




(Los cristales no están pintados, todos los que había al parecer eran de colores como estos que se ven.)






No he tenido mucho que ofrecer en esta publicación. De todas maneras tengo muchos más lugares así cuyas fotos están todavía pendientes de publicación desde principios del verano.

8/10/2016

Orfanato remodelado en hospital

Antes de empezar con el post, perdón por la tardanza.


Bien, el lugar recogido en esta publicación es un orfanato, más tarde (durante la Guerra Civil) convertido en un hospital de sangre llamado Santa Laureana.
En sus comienzos como orfanato fue fundado por Acisclo Fernández Vallín, con la intención de dar asilo al mayor número de niñas huérfanas. El nombre de este lugar procede de el nombre de su mujer, Laureana González Soubrié, cuyo matrimonio no tuvo descendencia. 
Su funcionamiento comienza en pleno desarrollo industrial.
Acisclo Vallín fallece en 1825, y tres años después este lugar comienza a funcionar como colegio. En el año 1936, concretamente el 10 de agosto, una orden  hizo que el (hasta entonces) orfanato fuera desalojado y convertido en un hospital de guerra. La gente que vivía allí fue trasladada hacia el barrio de Deva (Gijón) y a Santander.
Hasta el año 1940 no pudieron volver a dar clase en este sitio, y a consecuencia de la guerra el número de internas aumentó notablemente.

En el año 1982 se abandona el edificio para trasladarse a otro orfanato con más recursos. En el año 1987 un incendio arrasa con gran parte de las instalaciones. En el año 2005, tras una serie de juicios vuelve a ser posesión de sus sucesores legales, aunque el sitio ya estaba casi completamente en ruinas.

 El reportaje de este lugar está hecho aproximadamente a principios de Junio.

Quiero poner esta foto en primer lugar porque personalmente es mi favorita de todas las que he podido sacar aquí. De todas formas vuelve a aparecer en su respectivo sitio más adelante.






A decir verdad no me hubiese esperado que a primera vista unas ruinas fuesen tan impresionantes. 




Se supone que esto era una cocina, al menos por intuición personal, es decir, se aprecia en una de las paredes un hueco típico en el que solía ir el horno o el fregadero, aparte de las baldosas blancas de la pared, o las pocas que quedan.











Hasta aquí el ala derecha del edificio. Ahora pasemos desde la parte centro hacia la izquierda rodeándolo y a la parte trasera.







Yendo hacia la izquierda nos encontramos con un pequeño camino que nos lleva a lo que parece ser el patio de juegos y los baños.


Todo el camino está repleto de los cristales de las ventanas.












Esta es la única parte de todas las instalaciones, además de lo que parecen unas cuadras que conserva el techo.





La vista desde una ventana de la planta baja.

Subiendo las escaleras nos encontramos con una habitación completamente vacía, un baño y la ausencia de toda una pared.







La única parte del interior accesible... este es uno de los caminos que nos conducen a la parte posterior. El otro es tan sencillo como rodearlo, pero digamos que 'no es lo mismo'.


Esto está enganchado con clavos en la puerta.


Y aquí llegamos a la parte del edificio que, además de la primera vista que tuve de él, me dejó perpleja.






No sabía qué perspectiva podría quedar mejor, así que puse varias para que la visualización de esta entrada sea incluso mejor.






El suelo está también lleno de fragmentos de cristales de colores, aunque estos están medio engullidos por el musgo y la maleza.


Junto a esta salida del patio...






Esto parece una cocina también, junto con la primera sala vista en el post. Esta sólo era accesible desde las ventanas, y tampoco es la mejor idea, porque está repleta de zarzas y hiedras, además de animales que no se ven como ratones, arañas, culebras, e incluso ratas del tamaño de un perro (no, vale, no exageremos, pero alguna he visto aquí que me ha apetecido subirme a un árbol y quedarme ahí hasta que me viniesen a recoger con zancos, y eso que a mi las ratas no me dan miedo ni pánico ni nada por el estilo).


Volviendo al patio trasero, vamos a fijar la atención en esto:



A juzgar por el aspecto y por opiniones de gente que más o menos ha visto lugares similares esto podría ser incluso una pequeña cuadra. Además en otra zona podemos observar unos bebederos, cómo no, cubiertos de plantas:


En fin, continuando con el interior de esta construcción podemos encontrar cosas como estas:








Ahora ya pasamos a la parte 'creepy', por si esto no era suficiente. En esta zona del edificio en ruinas, si prestamos atención, entre los árboles y el follaje podemos ver que, aparentemente,  este era el patio de juegos. Hay dos barrotes de columpios y una canasta, al menos que yo haya visto de momento:










Para acabar ya, la última parte visitada: los baños. Es el lugar más claustrofóbico en el que he estado en todo este tiempo de expediciones, y eso que me he metido en estrechas escaleras de caracol, sótanos, buhardillas diminutas, ventanas tapiadas casi por completo... en fin, que al entrar aquí llega un momento en el que parece que incluso falta el aire.









Estas son las vistas que hay si se sigue este recorrido. Esto de hecho sería saliendo por la parte izquierda del edificio.





Para acabar ya definitivamente quiero mostrar esta imagen:
Quiero dedicar este post a la persona que me ha enviado parte de las imágenes de este lugar y que últimamente está siendo de gran ayuda enviándome las ubicaciones de sitios abandonados para que pueda ir allí a sacar fotos y hacer que esta página avance. No sé si mencionarla por su nombre o cómo, pero sabe quién es, así que gracias por el esfuerzo.
He de subir por lo menos otros 4 artículos, así que estad pendientes.





A todo esto, se me olvida mencionar que Santa Laureana es conocido en gran parte por sus psicofonías y su actividad paranormal, usualmente los protagonistas de estos fenómenos son voces infantiles.