Colonia Escolar al lado de la mar.

Este post para mí es muy especial, ya que este lugar es simplemente un sitio al que adoro con toda mi alma desde pequeña. Se halla en Asturias, y fue abandonado hace bastantes años. Mi abuelo procede de este pueblo, por lo que he conseguido obtener bastante información, ya que le pregunté acerca de esta colonia escolar.

Las colonias escolares fueron creadas para traer a los niños de Madrid o de regiones sin mar a lugares como Asturias, completamente diferentes a lo que están acostumbrados. Simplemente imaginaros vivir en Madrid, y no tener dinero para viajar a ningún lugar que no esté en el interior. Por esto se crearon las colonias escolares, eran una especie de campamentos para niños de familias con pocos recursos, lo que se podría denominar según mi persona una fábrica de ilusiones.

Hablemos de la historia de este lugar.

Sus dueños se llamaban Marcos y Palmira. Mi bisabuelo, es decir, el padre de mi abuelo llevaba a este pueblo a Marcos por las fiestas de Semana Santa a trabajar en casa de un tipo llamado Ángel, conocido como 'Angelín el tornu' para que cuidase de sus vacas. Marcos en un principio no tenía poder adquisitivo, o era casi nulo. Marcos y Palmira contrajeron matrimonio. Ella era muy buena cocinera, por lo que cocinaba para los niños que iban allí. 

Aproximadamente iban 30 niños de cada vez, estando allí 15 días cada grupo. Mi abuelo y sus hermanos el llamado 'Día de la Velilla' iban a jugar al fútbol contra los niños que iban, por lo menos jugaban 10 partidos (¡vaya memoria!). Estos niños iban todos los días a la playa, y además el sitio tenía muchas cosas para entretenerse, empezando por un amplio jardín y continuando con la playa, nueva para estos pequeños que venían a Asturias por primera vez en su vida.

La colonia cerró cuando murió su patrocinador, Don Francisco Carrillo, casado con una chica alemana llamada Lorenza Koeler. No tenían hijos, por lo que aquello quedó abandonado sin nadie que se preocupase por ello...

Un lugar con tantísimos recuerdos dentro... cuando entras y puedes ver todo vacío, oscuro, en mitad de un jardín repleto de malas hierbas y ortigas... siendo consumido por las enredaderas que se ven obligados a mandar limpiar el Ayuntamiento de Colunga para que el edificio no se venga abajo... es muy triste, pensar que un lugar que ha hecho felices a tantos infantes en su época haya cerrado por, simplemente, que alguien no tenga el espíritu de decir 'Vamos a hacer que un lugar que ha sacado tantas sonrisas no caiga en el olvido como otros tantos edificios'.

Hace unos años fue hallado un cadáver en la cocina. Supuesto suicidio, se cortó las venas del cuello, y a causa de eso se desangró. De identidad desconocida por lo que he leído, era un peregrino que pasó ahí la noche. 

Simplemente, toda la ilusión que tenía de pequeña de entrar... toda esa felicidad se esfumó en el momento en el que entré y me encontré envuelta en la oscuridad de las tablas que tapian las ventanas, y la poca luz que entra en los pisos superiores, como si se arrastrase por los marcos de las ventanas para dejar a la vista la cantidad de garabatos y dibujos que la gente ha hecho con el paso del tiempo. 

Ahí os dejo las fotos.

La entrada principal, hasta hace bien poco con cintas de la policía en la puerta.

La entrada trasera, con acceso a los servicios.

Las vistas desde los escalones.

Uno de los laterales. del edificio, el que menos enredaderas tiene.

Una vez dentro... 

Los baños... muy... limpitos, sí...

Por aquí se entra.

No sé por qué me recuerdan a Sillent Hill.

Tras una puerta abierta nos encontramos el pasillo,completamente a oscuras.

Se intuye que esto es la cocina que dije antes, ¿no?

Siento la calidad de estas fotos. Fuí dos veces, y una de esas veces sola. Estaba que temblaba por si me contraba algo... que no debería de estar ahí, al igual que yo.

No sé a que clase de loco arquitecto se le ocurrió diseñar eso así.

El comedor.

El sótano, Sólo falta el cartel de 'Free hugs'

Muy estable, sí.

Más fotos del comedor.

Esta habitación está apartada en una esquina.

Un pomo. Porque sí.

De ir un día u otro no había luz y otro día si lo había. Que alguien me lo explique.

La primera planta. No muy estable a mi parecer.

La segunda y última planta con pinta de ser más estable.

Vistas desde la última planta.

Y más vistas.

¿Un bañito?

Sí. Probé a encender el interruptor. 

Esto está en la entrada principal.

Y esto se ve desde ahí. 

Y ya está por hoy. Espero que os guste tanto como a mí.